Mario Castro Bueno
Mario Castro Bueno. tomada de Internet . Album Familiar. |
Nació en Bogotá el 1
de enero de 1952.
Mario, se gano el cariño de los habitantes de El Castillo,
porque como Personero municipal, no se quedo en su oficina
esperando que le llegaran a buscarlo, habitualmente salía a visitar las comunidades en sus
propias veredas,
Entre los jóvenes de la época fue muy apreciado, porque apoyó con su presencia y compañía al grupo de Joropo de El Castillo. En junio de 2002 los acompañó hasta Villavicencio para que participaran en el Joropodromo, su apoyo fue fundamental para que estos jóvenes pudieran representar al Municipio.
Compartía con los habitantes del Castillo, con alegría y mucha humildad, ayudando a los trabajos comunitarios del pueblo
Le gustaba coleccionar escudos, jugar ajedrez, la música y el baile.
Mario Compartiendo con habitantes del Castillo. Foto. Donada por Dinora Angarita. |
Compartía con los habitantes del Castillo, con alegría y mucha humildad, ayudando a los trabajos comunitarios del pueblo
Mario, pintando la Plaza de Mercado. Foto: donada por Dinora Angarita. |
Le gustaba coleccionar escudos, jugar ajedrez, la música y el baile.
Colección de escudos de Mario Castro Bueno |
Su gran afición, el juego del Ajedrez, deporte que siempre promovió en los lugares donde estuvo trabajando, porque estaba convencido que este deporte promovía el desarrollo intelectual.
Tabla de Ajedrez, que su familia la conserva de recuerdo |
Fue asesinado el viernes 1 de noviembre en el municipio El Castillo, por “civiles” de la estrategia paramilitar. Día de todos los santos, y ese mismo día tomaba posesión como Obispo de la Diócesis de Granda – Meta Monseñor José Figueroa Gómez.
“MARIO, una vida por
la vida, fue militante desde su juventud, un comunista, como muchas veces se
presentaba. No dejó de asistir cada año a los festivales del periódico VOZ,
desde el primero hasta el último que pudo estar. Fue militante estudiantil,
llenó su casa de diplomas, toda la vida fue un estudiante. Participó de la
administración municipal de la Unión Patriótica en Apartadó, como Tesorero. Fue
Alcalde de Fortúl y Lejanías en el Meta. Y los últimos años dedicado a la
Personería del municipio El Castillo.
MARIO, le encantaba
viajar, tomar fotos, la música colombiano, los boleros, la música de la nueva
trova cubana, del son y la salsa. La de Iraquerí y los Hermanos Escamilla.
Coleccionista de botones, el último que adquirió en el 2002 tiene la foto de
Manuel Cepeda Vargas.”
“MARIO, en la memoria de su familia, de sus amigos, de
aquellos que lo conocieron en ejercicio de su labor de defensor de la vida, de
buscador de justicia y de constructor de sueños. MARIO en la memoria de todos,
como lo expresa una de sus sobrinas en este corto escrito:
“AMIGO TE ADMIRO NO SOLO POR LO QUE SOS
SI NO TAMBIEN POR QUE DIA A DIA LUCHAS POR EL PAN Y POR LA
VIDA.
SIN IMPORTAR CUAN
DIFICIL SEA ESTAR COMBATIENDO TODO EL MAL
Y ES QUE NO SON SOLO ESAS COSAS LAS QUE TE HACEN ESPECIAL.
HAY DIAS EN LOS QUE LA IMPOTENCIA TE DERRIBA
Y TE ASUSTAS AL VER LO QUE EL MUNDO PUEDE SER
Y SE QUE DUELE CUANDO MATAN LA ESPERANZA Y NOS ATACAN.
HOMBRES COMO VOZ SON SOLO CORAZON SIN CONTAR CON SU RAZON Y
REBELION.
TU SOBRINA VANNESSA MORALES CASTRO, SEPTIEMBRE 2004” LEER TEXTO COMPLETO
A las 2:30 p.m., MARIO fue obligado a bajar del bus de servicio público TAXMETA en el que viajaba
hacia la ciudad de Bogotá para participar en un diplomado de Derechos Humanos.
Los paramilitares interceptaron el bus a la altura del sitio conocido como La
Bodega, en la vía entre Medellín del Ariari y Pueblo Sánchez.
Memoria y Justicia
Han pasado 6 años, desde el asesinato de MARIO CASTRO BUENO,
6 años de impunidad, de ocultamiento de la verdad. Pero también 6 años de
memoria presente entre sus familiares y amigos.
Personero del municipio El Castillo, departamento del Meta –
Asesinado el 1 de noviembre de 2002.
MARIO fue asesinado un viernes 1 de noviembre en el
municipio El Castillo, por “civiles” de la estrategia paramilitar. Era el día
de todos los santos, cuando hacia las 2:30 p.m., MARIO fue obligado a bajar del
vehículo de servicio público en el que se movilizaba hacia la ciudad de Bogotá
para participar en un diplomado de Derechos Humanos. Los paramilitares
interceptaron el bus a la altura del sitio conocido como La Bodega, en la vía
entre Medellín del Ariari y Pueblo Sánchez.
MARIO fue llevado por los paramilitares, asesinado y sólo
hasta el siguiente día su cuerpo fue hallado degollado en un paraje rural.
MARIO, Personero del municipio El Castillo, fue un hombre sencillo,
de profundas convicciones, nacido en un hogar creyente, de cuna crítica,
militante del Partido Comunista y de la Unión Patriótica. Hombre coherente, al
lado de la justicia, en profunda insensibilidad con la impunidad. De sus miedos
asumidos en coraje, defensor de derechos humanos, Personero Municipal,
constructor de un nuevo país, en medio de la guerra, entre el oscuro socavón de
la impunidad.
MARIO, un hombre querido por los campesinos y campesinas del
Alto Ariari. Consecuente con sus convicciones y su labor fue el único
funcionario público que escuchó los testimonios de las víctimas, asumió el
inicio de investigaciones, de búsqueda por lo menos del esclarecimiento ante la
imperante impunidad del departamento del Meta. Cuando EYDER QUIGUANAS fue asesinado
por unidades del FUDRA del ejército, MARIO fue hasta la vereda La Floresta,
habló con la familia, recogió los testimonios, algunas pruebas y colocó una
denuncia por los hechos. Después del asesinato de MARIO, los testimonios,
pruebas y denuncias, en su mayoría desaparecieron misteriosamente del despacho
de la Personería, entre ellas las del caso de EYDER, el primer asesinato que
generó el desplazamiento de los campesinos del Alto Ariari entre el 2002 al
2004.
MARIO, por su consecuencia, por cumplir con su labor de
Personero, fue asesinado. Los victimarios quisieron con su muerte acallar,
ocultar, enterrar la verdad y la búsqueda de Justicia. MARIO, testigo del
desplazamiento del Alto Ariari, testigo de los operativos militares regulares e
irregulares a través de la estrategia paramilitar.
Han pasado 6 años y la vida de MARIO sigue siendo presente,
evocante y convocante entre sus familiares y amigos, entre los campesinos del
Alto Ariari.·
Bogota. D.C. 1 de Noviembre de 2008
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz
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