Pedro Malagon y Elda Milena Malagón Hernandez
Pedro Malagón. Foto Tomada de la página de Internet de Justicia y paz Colombia |
Han pasado 13 años desde aquel jueves 20 de Junio 1996,
cuando fue asesinado PEDRO MALAGÓN y su hija ELDA MILENA MALAGÓN HERNANDEZ en
la ciudad de Villavicencio. PEDRO se encontraba en el antejardín de su vivienda
en el barrio “El Paraíso”, cuando llegaron un grupo de hombres armados de la
estrategia militar encubierta del Batallón 21 Vargas de la Brigada 7 del
ejército y dispararon contra él. ELDA MILENA, de 17 años de edad, quiso
proteger a su padre abrazándolo y murió en el intento.
PEDRO, militante del Partido Comunista y la Unión
Patriótica, perseguido, asediado porque en Colombia ser de izquierda puede
causar la muerte, pero también la de los hijos, como sucedió con ELDA MILENA en
un acto de amor e identidad con su padre.
Posteriormente a los hechos, las investigaciones no
arrojaron resultados a pesar de para todos ser evidente quiénes son los
responsable. Por ello, en el informe de la ZONA 7 del Proyecto Nunca Más, se
pudo afirmar que:
“En 1996 el asesinato de Pedro Malagón y su hija Elda Milena
Malagón Hernández, el 20 de junio, no solo significaría prácticamente la muerte
de la Unión Patriótica en el departamento, también ratificaría, como desde la
muerte de Pedro Nel Jiménez en 1986 hasta la muerte de él diez años más tarde,
los asesinatos se coordinaron desde las altas estructuras del B-2 de la Séptima
Brigada y de la SIJIN de la Policía.
El hecho fue cometido por dos
paramilitares que le propinaron tres disparos en el cráneo y a quemarropa, en
momentos en que se encontraba en el antejardín de su vivienda, ubicada en el
barrio El Paraíso; Elda Milena, de 17 años, murió al tratar de cubrir con su
cuerpo a su padre. Los victimarios materiales del doble crimen, quienes huyeron
en una motocicleta, fueron contactados por los organismos estatales de
inteligencia que operan en el Meta. Según afirmación de uno de ellos,
“intelectualmente, quien nos dio la información de donde ubicábamos al doctor
Pedro Malagón, y la entrada y la salida todo, fueron personas de la Sijin (..)
en Villavicencio y la persona que contactó pues para hacer la cuestión material
fue una persona del Ejercito, de la VII Brigada”
Meses antes, por iniciativa de uno de los involucrados, se
había tenido conocimiento de que “los que quieren asesinar a don Pedro
(Malagón) son gente de la Brigada, coordinada por la gente de la Brigada, (…) y
las llamadas amenazantes que le han hecho han salido del B-2”; los planes para
acabar con la vida del diputado estaban siendo “coordinados por gente del B-2
de la brigada, coordinados por los de inteligencia del ejército … », entre
quienes figuraban el coronel Micán “comandante del B-2 de inteligencia de la
brigada”, el coronel Hernández y el sargento González.
… Su escolta personal (de Pedro Malagón), afirmaba que había
recibido un ofrecimiento de 10 millones de pesos por parte de un Teniente del
B-2 del Ejército Nacional (Gilberto Salazar Perdomo), para que permitiera su
asesinato”.
Contra Salazar Perdomo, la Procuraduría Provincial del Meta
profirió fallo de primera instancia el 25 de marzo de 1999 imponiéndole como
sanción 10 días de salario básico mensual para la época de los hechos, la cual
fue confirmada el 18 de mayo de 1999. El 27 de enero de 2000 fue archivado
definitivamente el expediente.
Desde finales de 1994, el grupo paramilitar ‘Serpiente
Negra’ desató en el departamento del Meta una ofensiva contra la población de
la región del Alto Ariari y contra el Comité Cívico de Derechos Humanos del
Meta, el cual fue desterrado de la región en febrero de 1995, y todos sus
miembros amenazados de muerte. Varios miembros del Batallón de Infantería Nº 21
“Vargas”, acantonado en la región, han sido asociados a distintas acciones del
grupo Serpiente Negra. Víctor Carranza Niño, conocido negociante de esmeraldas
y señalado reiteradamente como narcotraficante por distintas autoridades,
lidera el grupo paramilitar. En 1989, el Departamento Administrativo de
Seguridad halló fosas clandestinas con varios cadáveres y un centro de
entrenamiento de paramilitares en varias haciendas de propiedad de Víctor
Carranza, en Puerto López. El Departamento Administrativo de Seguridad hizo
público uno de los testimonios que permitió poner al descubierto esa escuela de
paramilitares y las fosas comunes. Dos importantes sicarios, Camilo Góngora
Sierra y Camilo Zamora Guzmán, detenidos en Bogotá en 1989, confesaron ante un
juzgado haber cometido varios asesinatos de miembros de la Unión Patriótica en
el Meta por cuenta de Víctor Carranza y con el apoyo de miembros del batallón
Vargas y de la VII Brigada. Pese a ello, Víctor Carranza Niño sigue
movilizándose sin ningún tipo de apremios y gozando de protección de numerosas
autoridades militares y de policía en la región. Incluso ha sido visto con cierta
frecuencia en compañía de miembros de la VII Brigada en la base aérea de Apiay,
la que, al parecer, utilizaría desde hace algunos años para sus desplazamientos
aéreos”.
PEDRO MALAGÓN, de 60 años de edad, era diputado a la
Asamblea Departamental del Meta por la Unión Patriótica, integrante del Comité
Cívico de Derechos Humanos del Meta, muchos de cuyos miembros habían sido ya
asesinados, y él mismo había recibido numerosas amenazas de muerte y varios
atentados, el primero de ellos preparado por Pedro Bárreto, comandante del
puesto de policía de Medellín del Ariari junto con paramilitares de Víctor
Carranza (11 de febrero de 1987).
PEDRO MALAGÓN, de origen campesino, padeció
su primer desplazamiento forzado siendo niño, cuando su familia salió de Viotá (Cundinamarca)
hacia la región del Alto Ariari. Vivió en Medellín del Ariari, y desde su
juventud empezó a destacarse como líder campesino y comunitario.
Posteriormente, en representación del Partido Comunista, fue varias veces
concejal de El Castillo y presidente del Concejo Municipal.
PEDRO, asesinado.
Abrazando a su padre, ELDA MILENA también murió. Ambos, padre e hija,
asesinados por la estrategia militar encubierta de la Brigada 7 del ejército.
La impunidad impuesta y solo desde la memoria de sus familiares, de los
campesinos de la región, de los sobrevivientes, la posibilidad de continuar los
sueños, las afirmaciones de derechos sobre la tierra, la verdad y la justicia.
Bogotá D.C., 20 de junio de 2009
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz
CRIMEN DE LESA HUMANIDAD: Prensa Rural lo registro así:
CRIMEN DE LESA HUMANIDAD: Prensa Rural lo registro así:
A Pedro Malagón lo asesinaron un 20 de
junio de 1996, siendo diputado de la Unión Patriótica (UP) a la Asamblea
Departamental del Meta, diez años después de que su hermano, José Rafael
Malagón, quien ocupaba el mismo cargo, cayera por las mismas balas. A José y a Pedro
Malagón ordenaron asesinarlos los mismos autores intelectuales, por las mismas
razones y con planes sistemáticos de exterminio. Los responsables: políticos,
paramilitares, narcotraficantes y militares que vieron en la UP un peligroso
movimiento político que amenazaba con quitarles el poder en el departamento.
Esas son las primeras razones que tuvo la
Fiscalía General de la Nación para declarar el asesinato de Pedro Malagón como
un crimen de lesa humanidad. En la providencia firmada por la fiscal 95 especializada
de derechos humanos y derecho internacional humanitario, Lina María Salazar, se
relatan los pormenores del doble crimen contra la familia Malagón Hernández, el
de su padre Pedro y su hija, Elda Milena Malagón Hernández, ocurrido en su
propia casa del barrio El Paraíso, en Villavicencio.
Dirigente comunista
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