Peregrinación Alto Ariari municipio de El Castillo departamento del Meta Colombia
1 al 6 de febrero de 2020.
Existen diferentes formas de avanzar, también de
mirar atrás.
Granada – Caño Sibao (6 km 3 horas)
El día primero de febrero un grupo de
peregrinos de diferentes procedencias dedicados a diversas disciplinas, nos
unimos para caminar juntos por las víctimas del conflicto en el municipio del
alto Ariari. Caminar, el más cotidiano
de los actos, se volvió nuestro propósito en común, y nos reunió a locales y foráneos
en el lugar de los sucesos. Bajo esta acción, nuestras intenciones de ayudar se
soportaban en nuestros cuerpos, y en la relación que construiríamos en el andar
a partir de la articulación del discurso de quienes necesitan ser escuchados,
para la reconstrucción de memoria en un acto de catarsis.
Situándonos en el lugar de los hechos, empezamos el recorrido con la
historia de María Mercedes Méndez, alcaldesa del municipio que fue asesinada
junto a otros cuatro funcionarios públicos. En este espacio, se fundó un
monumento que daba paso a la reflexión a partir del reconocimiento del entorno
y la remembranza de los momentos violentos que ahora hacían parte del
imaginario de los que nos encontrábamos allí, junto a las víctimas, que al
compartir sus historias de dolor lograban disminuir un poco la sensación de
soledad que generan los malos recuerdos.
Caño Sibao - El Castillo (6 km 3 horas)
Foto Tomada por Paola Donato |
Entre el punto A y el punto B de nuestro andar,
se encontraba el espacio de la vida que transcurrió en la época de la
violencia. Cada coordenada de la peregrinación estaba determinada por la interrupción
de la existencia de los familiares y amigos de quienes transitaban con
nosotros.
Cada brecha en el devenir de estas personas
marcaba un punto de referencia. Para el caminante generalmente los nombres de
los lugares de pausa están definidos por las vivencias en el entorno. En este
caso, están dados por los nombres de las vidas que fueron arrebatadas. Nuestro
lugar de reposo era una casa dedicada a la producción de cacao, donde ocurrió
la desaparición de los hermanos Paz Pérez, muerte que es justificada por los
victimarios con la mentira de la pertenecía de los hermanos a grupos paramilitares.
Este hecho resalta el contraste entre la riqueza de la tierra de esta región, y
la pobreza de humanismo que tuvo que sufrir.
El Castillo – Alta Cal (desplazamiento en
camión) 21 Km
Foto Tomada Lucas Rodriguez |
La falta de humanismo se debe combatir con
resistencia, es la lección de vida que nos deja doña Graciela, quien nos recibe
con mucho amor en la casa por la que tuvo que luchar para que no se le fuera
arrebatada. Aún ahora lucha contra la desinformación, ella es parte de la
construcción de memoria en respuesta a la violencia. Proceso del cual nosotros
los peregrinos tuvimos la fortuna de hacer parte. Pues si bien, el acto de
caminar no constituye una transformación física del espacio ni deja señales
tangibles, sí representa un cambio de significado y por ende una transformación
del entorno, pues implica la re-significación
de un emplazamiento.
Alta Cal – San Luis de Yamanes (desplazamiento
en camión) 21 Km
San Luis de Yamanes – Miravalles
Foto Tomada Por Lucas Rodriguez. |
El territorio devela las dolencias de sus
habitantes, se pueden ver las heridas provocadas por la minería y la
deforestación que causan la erosión del suelo, dañando la base del sustento del
campesino y a plazo medio la vida digna de todos. La destrucción del medio
ambiente es otra forma de despojar a las personas de sus tierras, y los
victimarios ahora se muestras con corbata y supuestas promesas de progreso.
Foto Tomada por Lucas Rodriguez. |
Pero las personas de esta región han aprendido de sus luchas, y entienden que
es el cuidado de los recursos naturales lo que les da la resiliencia para
sobrellevar las consecuencias del conflicto. Es deber de nosotros aprender de
ellos, y llevar acabo actos de resistencia contra el deterioro del campo
colombiano, y presentar verdaderas alternativas de mejora, basadas en planes de
sostenibilidad ecológica apoyados en investigaciones científicas.
Miravalles -La Esmeralda (4.75 km 1 hora 30
min)
La fuerza que muestran los pobladores para
la protección de la tierra deviene del arraigo que ahora sienten a causa de
recuperar lo que perdieron, pues en algún punto de su vida muchos de ellos
tuvieron que dejar sus casas.
Foto Tomada por Lucas Rodriguez. |
En Miravalles sólo viven 14 familias después de haber
sido un pueblo concurrido con alto comercio, según cuentan sus habitantes. Los
pequeños propietarios de tierras han sido sustituidos por grandes
terratenientes. Y aunque de a pocos las personas están regresando, un nuevo
fenómeno se presenta, los jóvenes se quieren quedar en las ciudades por falta
de oportunidades de estudio en su pueblo. Sin embargo, hay quienes jamás se
fueron y yacen ahora en el cementerio, que no discrimina bandos. En este
emplazamiento fúnebre, al momento de hacer un acto de memoria, nos vimos
rodeados por el ejercito, sintiendo un ápice de la incertidumbre que debieron
sentir los pobladores en la época de la violencia cada vez que veían un grupo
armado.
La Esmeralda – La Cima (40 min caminando el resto en camión) 7 Km
Foto Tomada por Lucas Rodríguez. |
A pesar de la falta de oportunidades de
estudios superiores que encuentran los jóvenes, existen agentes educativos que
entienden el papel fundamental de la educación para la reconstrucción de
memoria y el resarcimiento de las comunidades. Es el caso del profesor de la escuela
en el municipio la esmeralda, que no solo se enfoca en enseñar los contenidos
de las diferentes áreas del conocimiento, sino que busca ser un agente activo
en el desarrollo personal del estudiante, haciendo participes de la educación a
las familias de los alumnos, y sacando el colegio adelante con la colaboración
comunitaria como entes organizados.
Viendo esto, surgió en mí la pregunta, ¿En
qué lugar mi presencia será de ayuda? Es una pregunta acerca de lo que hacemos
con nuestros estudios y como estar allí me llevo a pensar que la mejor forma de
emplear lo aprendido en la academia, es llevarlo al campo, para que sea de
provecho en comunidades descentralizadas que tienen acceso restringido a la
información. Democratizar el conocimiento hace parte de la lucha por la
igualdad y el empoderamiento.
Foto tomada por Lucas Rodríguez. |
Un factor importante en la reparación de víctimas,
son los actos simbólicos que detonan en objetos o en rituales que ayudan a
recordar sin revictimizar. Por ejemplo, a lo largo de la procesión vimos cuatro
murales en puntos sensibles del territorio, estos ayudan a la sanación en esencia
porque, se necesita toda una comunidad para levantar un monumento y llenar de
vida y significado inmaterial a un objeto, También el uso de elementos propios
del territorio, como piedras o incluso árboles que ya presentan una carga
simbólica, ayudan a reconciliarse con el espacio de donde vienen y donde se
sufrió. Por otra parte, les permite materializar el sentir y traer de nuevo los
nombres de los seres que ya no están. Es el contraste de lo que es inamovible,
porque está hecho de un material fuerte, para pervivir la memoria de lo que fue
efímero.
Foto Tomada por Lucas Rodríguez. |
La función del artista foráneo implica ser
un medio, debe leer el contexto y contribuir con objetos o con acciones que
ayuden a detonar la reflexión, la catarsis o cualquier sentir y pensar presente
en las personas protagonistas del conflicto. Es el agente que detona más no
dirige, debe dar un paso atrás para permitir la interacción con el elemento que
dispuso para el uso de otros.
Resulta contraproducente cuando el artista
o cualquier sujeto externo a la comunidad, instrumentaliza el dolor o las
problemáticas de la región para llenar de contenidos su hacer, sin mayor
respeto por aquel que da un acto de confianza al abrir la puerta a su historia
de vida.
Caño dulce- Caño Claro Malabares (1 hora 22
min 4,33 km)
Foto Tomada por..... |
Las comunidades han encontrado en la
autogestión y en la organización, formas de autoayuda, como es el caso de la
organización de mujeres Agroempo, que repartió en 21 parcelas un espacio de
tierra, para dividirlo entre las familias, y dedicarse a la agricultura
sostenible. Por ejemplo, nos cuenta Esmeralda Balbuena que cultiva y
comercializa con plátano para salir adelante.
Foto Tomada por Jimena Andrade. |
Los habitantes de este municipio hacen la analogía
entre las abejas y su comunidad, porque son seres trabajadores y unidos, pero
en peligro de extinción. Para representarlo, dibujan abejas y en sus alas
escriben nombres como el de Natividad Castro Gutiérrez y demás integrantes de
su congregación asesinados, que ya no pueden luchar por salir adelante. Sin
embargo, es un gran hallazgo combatir el olvido de las entidades
gubernamentales y el desinterés generalizado de las personas con poder, con la
formación de organizaciones integradas por ellos mismos, generando estrategias
de supervivencia dignas de ser imitadas, para evitar la dependencia hacia
agentes externos que pueden o no estar realmente interesados en una mejora
significativa.
Malabares – Medellín del Ariari (1 hora 3
km)
Foto tomada por Lucas Rodríguez. |
Medellín del Ariari Foto tomada por Lucas Rodríguez. |
Medellín del Ariari – El Encanto - Pto Esperanza _ Civipaz
Foto tomada por |
En Puerto Esperanza, lugar de memoria y resistencia, de decenas de mártires, liderésas y líderes asesinados. la Memoria hecha vida en una Institución Educativa donde Yamid Daniel Henao Estudió y su Madre Lucero Henao, comprometió sus fuerzas para su construcción. La memoria de estas dos personas que fueron asesinadas el 6 de Febrero de 2004 marcaron nuestros corazones como cada uno de los testimonios escuchados durante nuestra peregrinación.
Foto tomada por |
Finalmente, en Civipaz un espacio de
protección en medio del caos, recordamos la muerte del líder Reinaldo Perdomo,
que lucho por la titulación de tierras y pidió protección para poder vivir tranquilamente.
Entre otras luchas, se encuentra la unión de las familias que se encontraban
desplazadas para regresar al campo por sus propios medios, sin garantías del
gobierno.
Foto tomada por Lucas Rodríguez. |
Todas estas historias de fuerza y dolor nos muestran una capacidad de resiliencia infinita, y estoy inmensamente agradecida con la generosidad de la vida y de los habitantes de estas regiones que me brindaron su hospitalidad y me dieron su confianza. La resistencia no acaba siempre y cuando la vida siga, así como a pesar de la tragedia las historias de estas personas continúan. Aún no llegamos al final del recorrido, y espero poder tener el honor de ser participe de el resto del camino que falta por reconstruir.
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